Las emociones forman parte de nuestra vida cotidiana, moldeando nuestras experiencias y decisiones de maneras que, a veces, pasan desapercibidas. Daniel Goleman (1995) introdujo el concepto de inteligencia emocional como un factor determinante en el éxito personal y profesional, enfatizando la importancia de reconocer y gestionar nuestras emociones de manera efectiva. Sin embargo, la capacidad de hacer esto no es innata, sino que se desarrolla con práctica y reflexión.

Esta publicación propone un ejercicio práctico (ficha descargable) para explorar nuestras emociones y comprender cómo influyen en nuestra identidad. Este ejercicio permitirá mapear nuestras experiencias emocionales, identificar patrones y, en última instancia, tomar decisiones más alineadas con la persona que queremos ser.

La Importancia de Reflexionar sobre las Emociones

Las emociones no son simplemente respuestas automáticas a estímulos externos; funcionan como brújulas internas que moldean nuestra percepción del mundo y nuestras reacciones ante él (Damasio, 1994). A pesar de su relevancia, muchas veces las ignoramos o las consideramos secundarias, lo que puede llevarnos a repetir patrones emocionales poco funcionales (vivir en “piloto automático”).

Desde la neurociencia, se ha demostrado que la regulación emocional involucra una interacción compleja entre la corteza prefrontal y el sistema límbico (LeDoux, 2002). Al desarrollar la habilidad de reconocer y etiquetar nuestras emociones, ampliamos nuestra capacidad de respuesta y evitamos reacciones impulsivas o automáticas. Una mayor diferenciación emocional (es decir, la capacidad de identificar con precisión nuestras emociones) está directamente relacionada con una mejor regulación emocional y bienestar psicológico.

Un Reto: La Brecha en la Educación Emocional

Para algunas personas, este tipo de ejercicios pueden resultar complejos, ya que no cuentan con un vocabulario emocional amplio o no han desarrollado el hábito de pensar en sus emociones. En muchos casos, esto obedece a factores socioculturales, como una crianza que minimizó la expresión emocional o un entorno que promovió la supresión de ciertas emociones, especialmente en contextos patriarcales o altamente racionalizados (Brown, 2010).

Lisa Feldman Barrett, profesora de psicología en Northeastern University,​ centra sus estudios en neurociencia afectiva, señala que una de las barreras para la regulación emocional es la falta de granularidad emocional, es decir, la capacidad de identificar con precisión qué se está sintiendo (Barrett, 2017).

Para aquellas personas que no están acostumbradas a explorar sus emociones, una estrategia útil puede ser empezar por responder:

  • ¿Dónde siente la emoción en su cuerpo?
  • ¿Con qué intensidad la experimentan? (baja, media, alta)
  • ¿Es una sensación placentera o displacentera?
  • ¿Esta emoción me representa?
  • ¿Qué me está diciendo mi cuerpo en este momento?

Ejercicio Práctico: Mapa de las Emociones

El siguiente ejercicio permite visualizar y reflexionar sobre la relación personal con las emociones. Para realizarlo, sigue estos pasos:

  1. Dibuja un cuadrante y completa la información en cada sección:
Emociones que frecuento y me gustanEmociones que frecuento y no me gustan
Emociones que no frecuento y me gustaría experimentarEmociones que no frecuento y no quiero experimentar
  1. Reflexiona: Una vez que completes el cuadro, responde la siguiente pregunta: ¿Qué puedo hacer para gestionar mejor mis emociones y experimentar un espectro más amplio de ellas?

Este ejercicio ayuda a hacer visibles los patrones emocionales, permitiendo identificar oportunidades de cambio y crecimiento personal. La regulación emocional efectiva no consiste en suprimir emociones negativas, sino en aprender a gestionarlas de manera consciente.

Construyendo la Identidad a Través de las Emociones

Nuestras emociones no son estáticas ni aleatorias; forman parte de nuestra construcción identitaria. Cada emoción que experimentamos y cómo decidimos gestionarla influye en la persona que somos y en la que estamos en proceso de convertirnos. Como señala Gendlin (1978), el autoconocimiento emocional es una puerta de entrada para el cambio personal profundo.

Desarrollar la habilidad de identificar, comprender y gestionar nuestras emociones nos permite navegar la vida con mayor claridad y autenticidad. No se trata de eliminar emociones incómodas, sino de aprender a escucharlas y darles el espacio que merecen en nuestro desarrollo personal y profesional.

Ficha Descargable: Mapa de las Emociones

Descarga ahora la «Ficha: Mapa de las Emociones» y comienza a explorar cómo tus emociones influyen en tus decisiones, relaciones y en la construcción de tu identidad. Esta herramienta práctica te ayudará a identificar patrones emocionales y gestionar tus respuestas de manera más consciente, acercándote a la persona que deseas ser.


Referencias

  • Barrett, L. F. (2018). La Vida Secreta del Cerebro (Ebook). Paidos Iberica.
  • Damasio, A. R. (1994). El error de Descartes. La emoción, la razón y el cerebro humano. Editorial Crítica.
  • Gendlin, E. (1978). Focusing. Ediciones Mensajero, S.A..
  • Goleman, D. (2018). Inteligencia emocional: Por qué puede ser más importante que el cociente intelectual. B de Bolsillo.
  • LeDoux, J. (2018). La vida secreta del cerebro: Cómo se construyen las emociones Paidós.

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