Formar equipos de trabajo efectivos es un desafío constante en contextos organizacionales cambiantes. Más allá de reunir personas competentes, se requiere generar dinámicas que favorezcan la sinergia y la cohesión, elementos esenciales para lograr equipos realmente funcionales.
¿Qué es la sinergia y la cohesión en equipos?
La sinergia se produce cuando la interacción de las personas que componen el equipo generan un resultado superior al que lograrían por separado. Katzenbach y Smith (1993) definen la sinergia como «el rendimiento colectivo que supera la suma de los aportes individuales«. Es el espacio donde emergen nuevas ideas, se fortalecen vínculos y se optimizan recursos.
Por otro lado, la cohesión se manifiesta cuando las personas que componen el equipo desarrollan vínculos sólidos, sentido de pertenencia y un compromiso compartido con los objetivos comunes. Según Forsyth (2018), la cohesión es «el grado en que los integrantes de un grupo se sienten atraídos unos a otros y motivados a permanecer en él«. Es el espacio donde se cultiva la confianza, se promueve el apoyo mutuo y se construyen relaciones que sostienen el bienestar y la estabilidad del equipo.
| Concepto | Características | Opuesto |
| Cohesión | – Sentido de pertenencia – Relaciones de confianza – Apoyo mutuo – Compromiso con el equipo – Comunicación emocional fluida | Fragmentación: Relaciones débiles, desconfianza, falta de pertenencia, individualismo. |
| Sinergia | – Trabajo articulado – Complementación de talentos – Toma de decisiones compartida – Fluidez colaborativa – Innovación conjunta | Desarticulación: Trabajo descoordinado, esfuerzos aislados, competencia interna, baja productividad colectiva. |
- Cohesión es más afectiva y social: tiene que ver con cómo se sienten las personas dentro del grupo, con la confianza, la aceptación y las relaciones.
- Sinergia es más funcional y productiva: tiene que ver con cómo trabajan juntos y con los resultados que son capaces de lograr en conjunto.
Un equipo puede tener cohesión (llevarse bien, apoyarse) pero no sinergia (no logran resultados superiores trabajando juntos). Y viceversa, aunque es menos común: un equipo con baja cohesión pero bien estructurado y coordinado podría lograr cierta sinergia operativa, aunque probablemente insostenible en el tiempo.
Factores que favorecen la cohesión y potencian la sinergia
La cohesión y la sinergia no son casualidades, sino el resultado de múltiples factores que interactúan de manera sistémica en los equipos. Diversos autores coinciden en que cuando estas condiciones están presentes, los equipos logran mayores niveles de rendimiento, bienestar y sostenibilidad a largo plazo (Salas, Shuffler, Thayer, Bedwell & Lazzara, 2015). A continuación, se presentan los factores más relevantes que favorecen esta dinámica:
| Factor | Descripción |
| Confianza interpersonal | Base emocional que permite a los miembros sentirse seguros para expresar ideas, cometer errores y pedir ayuda sin temor a ser juzgados. |
| Comunicación abierta | Intercambio de información clara, directa y respetuosa que facilita la comprensión mutua y la coordinación de acciones. |
| Objetivos compartidos | Existencia de metas comunes claras y significativas que orientan las acciones individuales hacia un propósito colectivo. |
| Liderazgo facilitador | Estilo de liderazgo que promueve la participación, fomenta el respeto y regula las tensiones, generando ambientes colaborativos. |
| Diversidad bien gestionada | Reconocimiento y valoración de las diferencias personales, profesionales y culturales como fuente de aprendizaje y creatividad. |
| Sentido de pertenencia | Grado en que las personas se sienten valoradas, aceptadas y reconocidas como parte integral del equipo. |
| Gestión emocional colectiva | Capacidad del grupo para reconocer, expresar y regular sus emociones, generando climas emocionales favorables para la colaboración. |
El rol del liderazgo en la cohesión y la sinergia de los equipos
El liderazgo ocupa un lugar central en la construcción de equipos cohesionados y sinérgicos. Diversos estudios coinciden en que las y los líderes no solo articulan tareas o direccionan estrategias, sino que modelan vínculos, gestionan emociones colectivas y configuran entornos que favorecen relaciones de confianza y sentido de propósito (Northouse, 2021).
Cuando un/a líder promueve valores compartidos, fomenta la comunicación abierta y reconoce los aportes individuales, se facilita la generación de cohesión entre las y los miembros del equipo. Esta cohesión no surge de manera espontánea, sino que requiere una intención clara, sostenida y sensible, capaz de leer el estado emocional del grupo y movilizar sus recursos hacia objetivos colectivos.
Por otra parte, la sinergia se potencia cuando las y los líderes facilitan espacios de colaboración horizontal, legitiman las diferencias y promueven dinámicas participativas donde emerjan nuevas ideas y soluciones creativas. Goleman, Boyatzis y McKee (2013) sostienen que un liderazgo resonante —aquel que sintoniza con las emociones y aspiraciones del equipo— es determinante para activar sinergias auténticas y sostenibles.
Un líder que acompaña, escucha y desafía de forma respetuosa no solo mejora los resultados, sino que transforma la experiencia laboral en una oportunidad de aprendizaje compartido, fortaleciendo los lazos que mantienen vivo al equipo.
Conclusión: Un proceso humano, relacional y emocional
Cohesionar y generar sinergia en los equipos no es un resultado automático ni una simple consecuencia de reunir personas en torno a una meta común. Es un proceso humano, relacional y emocional, donde el liderazgo actúa como catalizador y sostén.
Gestionar personas implica comprender sus dinámicas, atender sus necesidades emocionales y facilitar condiciones que permitan confiar, disentir y crear colectivamente.
En contextos de alta exigencia y constante cambio, invertir en la cohesión y sinergia de los equipos no solo impacta en los resultados, sino que mejora la calidad de la experiencia laboral y fortalece el tejido humano de las organizaciones. Porque un equipo que se siente parte, que confía y crea en conjunto, es un equipo capaz de adaptarse, sostenerse y transformar su entorno.
Referencias
- Forsyth, D. R. (2018). Dinámica de Grupo. Cengage Learning.
- Goleman, D., Boyatzis, R., & McKee, A. (2013). Liderazgo primordial: cómo liberar el poder de la inteligencia emocional. Harvard Business Press.
- Katzenbach, J. R., & Smith, D. K. (1993). La sabiduría de los equipos: Creando la organización de alto rendimiento. Harvard Business Press.
- Northouse, P. G. (2021). Liderazgo: teoría y práctica. SAGE Publications.
- Salas, E., Shuffler, M. L., Thayer, A. L., Bedwell, W. L., & Lazzara, E. H. (2015). Comprender y mejorar el trabajo en equipo en las organizaciones: una guía práctica con base científica. Human Resource Management, 54(4), 599–622. https://doi.org/10.1002/hrm.21628
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