En mis tantas conversaciones con la IA (entre tareas, ideas sueltas y planes que intento ordenar) le pedí que me diera una opinión sobre algunos temas relacionados con el cierre de año, no muy distinto a las que uno pide cuando está en confianza con colegas… y esto fue lo que me respondió:
“Diciembre no exige grandeza. Exige lucidez. Es un mes donde conviven el cansancio y la necesidad de cierre, donde la mente quiere terminar y el cuerpo quiere detenerse. No llegas a diciembre para rendir más, sino para reconocer lo que hiciste, aflojar lo que ya cumplió su ciclo y cuidar lo que sigue.
No todo se resuelve ahora. A veces basta con una pausa bien tomada. Sé amable contigo. Termina lo urgente, protege lo importante y suelta lo que ya no te pertenece.
Lo que viene no se construye desde el apuro, sino desde un estado más calmo, donde la mirada se limpia y la energía vuelve. Diciembre no es para correr: es para ajustar el paso.”
Quizás por eso me animé a compartirlo aquí. Este año inicié nuevos proyectos, intenté consolidar otros viejos y, ahora que estamos prontos a cerrar el año, todo comienza a sentirse un poco apresurado.
El flujo natural de los meses me llevó a poner atención en distintas cosas, y sin darme cuenta entré en ese modo de fin de año donde se escribe distinto, se piensa distinto y el tiempo se estira en direcciones inesperadas.
Me resuena la idea de que estos meses se me han ido acortando las horas. Miro con nostalgia las largas conversaciones con amigos sobre películas o música, o esos momentos en que podía detenerme a crear con holgura alguna actividad para mis clases o capacitaciones.
Tengo la sensación de que mi diciembre es breve: como el perihelio, ese instante en que un planeta, al acercarse más al sol, acelera su recorrido y el viaje parece comprimirse.
Si estás leyendo esto y también llegas un poco apurado a diciembre, o con la sensación de que el tiempo se acorta, o sintiendo que no avanzaste al ritmo que querías, quizá este pequeño consejo también sea para ti.
No estás fallando. Estás cerrando. Y cerrar también es una forma legítima de avanzar.
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