¿Cómo influyen la escucha activa y el respeto en los equipos de trabajo? Esta fue la revelación central en un ejercicio vivencial que realicé recientemente durante una capacitación. La dinámica, conocida como «El valor de las vendas», es una herramienta del coaching sistémico de equipos que busca destacar el impacto de la comunicación efectiva y la regulación espontánea dentro de un equipo.
El ejercicio en acción
Durante la sesión, invité al equipo a vendarse los ojos y a conversar sobre un tema propuesto: “¿Cómo impacta la confianza en los equipos?”. La única instrucción fue simple: hablar, escuchar y dialogar. Durante 10 minutos, los participantes compartieron sus ideas sin la distracción de la mirada.
Cuando terminó el ejercicio, los invité a reflexionar en torno a la siguiente pregunta: “¿Qué ocurrió?”. Sus respuestas fueron reveladoras:
- “Nos escuchamos”; “Nos respetamos al hablar”; “Al taparnos la vista, pudimos concentrarnos en las palabras y su contenido”…
Lo más interesante fue que, de forma sistémica, el grupo se autorreguló. Sin intervención externa, encontró un ritmo propio que les permitió alcanzar un nivel de comunicación más profundo y significativo.
El enfoque sistémico y la inteligencia colectiva
Este fenómeno puede explicarse desde el pensamiento sistémico desarrollado por Peter Senge, quien en su obra La Quinta Disciplina (1992) aborda a las organizaciones como sistemas vivos. Según Senge, los equipos funcionan como sistemas interdependientes donde las partes están conectadas y su dinámica se ve afectada por los comportamientos individuales y grupales. En este contexto, el sistema tiene una capacidad inherente de autorregulación cuando las condiciones propician el equilibrio y la colaboración.
Al eliminar la distracción visual en este ejercicio, se permitió que los participantes enfocaran su atención en el contenido de las palabras, lo que derivó en un diálogo espontáneo más respetuoso y efectivo. Esto ilustra la capacidad de los equipos para adaptarse y encontrar formas de comunicación que favorecen tanto la cohesión como los resultados.
Además, este ejercicio resalta el concepto de inteligencia colectiva, entendido como la capacidad de un grupo para coordinarse y resolver problemas de manera eficaz. Woolley et al. (2010) explican que esta capacidad surge cuando los equipos priorizan la comunicación activa y el equilibrio emocional, algo que se puso de manifiesto en esta experiencia.
Reflexión y aprendizaje
La dinámica permitió al grupo «darse cuenta» (la ”toma de consciencia”, salir del “piloto automático”) de la importancia de la escucha activa y el respeto como pilares de una comunicación efectiva. Sin embargo, es importante reconocer que experiencias prácticas como esta no desarrollan competencias por sí solas, aunque sí generan un espacio crucial para:
- Instalar temáticas relevantes; fomentar reflexiones profundas; despertar curiosidad; entregar herramientas iniciales; entre otras.
Como destacan Kolb y Kolb (2005) en su modelo de aprendizaje experiencial, este tipo de ejercicios son claves para la toma de consciencia y para identificar áreas de mejora. No obstante, el desarrollo sostenido de competencias requiere procesos sistemáticos que incluyan reflexión, conceptualización y aplicación constante en contextos reales.
Un espacio para nuevas posibilidades
La experiencia vivida por este grupo de profesionales demuestra que la comunicación y el respeto no solo se enseñan, sino que se experimentan. Dinámicas como «El valor de las vendas» son poderosas herramientas para sembrar estas ideas en los equipos, inspirándolos a aplicar los aprendizajes en su vida laboral.
¿Te interesa incorporar estas experiencias en tu equipo de trabajo? Reflexiona sobre cómo podrías fortalecer los lazos de escucha y respeto en tu entorno, y sigue explorando prácticas que conecten con la inteligencia colectiva.






Referencias
- Kolb, D. A., & Kolb, A. Y. (2005). Estilos de aprendizaje y espacios de aprendizaje: Mejorando el aprendizaje experiencial en la educación superior. Academy of Management Learning & Education, 4(2), 193-212.
- Senge, P. (1992). La Quinta Disciplina: El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje. Buenos Aires: Ediciones Granica.
- Woolley, A. W., Chabris, C. F., Pentland, A., Hashmi, N., & Malone, T. W. (2010). Evidence for a collective intelligence factor in the performance of human groups. Science, 330(6004), 686-688.
Descubre más desde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario