Comprender cómo y por qué emergen ciertas emociones en los seres humanos no solo ha sido un desafío científico, sino también una necesidad vital en contextos donde la comunicación emocional cumple un rol crucial: la educación, la salud, la justicia o las relaciones personales.

Paul Ekman, psicólogo y pionero en el estudio de la expresión facial de las emociones, en la década de 1970 propuso un modelo que identifica un conjunto de emociones universales, conocidas como emociones básicas, que se manifiestan de forma similar en diversas culturas y que han evolucionado con una función adaptativa para la supervivencia.

La Teoría de las Emociones Básicas

Paul Ekman (1970) propuso que las emociones humanas pueden categorizarse en seis básicas: alegría, tristeza, ira, miedo, asco y sorpresa. Su modelo se basa en estudios transculturales que demostraron que personas de diferentes partes del mundo, independientemente de su entorno sociocultural, podían reconocer e interpretar estas emociones en expresiones faciales con un alto grado de coincidencia.

Ekman identificó patrones faciales específicos para cada emoción mediante el análisis de microexpresiones, desarrollando posteriormente el Facial Action Coding System (FACS), un sistema de clasificación de las mínimas unidades de expresión facial. Este método permitió un análisis detallado de cómo las emociones se reflejan en la expresión humana.

Características Principales de la Teoría de Ekman

La propuesta de Paul Ekman plantea las siguientes características

CaracterísticaDescripción
OrigenLas emociones básicas, según Paul Ekman, son innatas, biológicamente determinadas y parte del repertorio emocional humano desde el nacimiento. No se aprenden por experiencia ni socialización. Están presentes en todos los seres humanos independientemente de su cultura, edad o contexto social.
Universalidad expresivaLas emociones básicas poseen patrones faciales universales, observables en todas las culturas del mundo. Ekman comprobó esto a través de estudios transculturales (por ejemplo, en poblaciones no expuestas a medios occidentales, como los fore de Papúa Nueva Guinea), demostrando que las expresiones emocionales son reconocibles de manera universal.
Base neurobiológicaCada emoción básica se vincula con la activación de circuitos cerebrales específicos, especialmente en áreas subcorticales como la amígdala, el tálamo y el hipotálamo, que participan en respuestas automáticas de supervivencia. Estas respuestas ocurren incluso antes de que intervenga el pensamiento consciente.
Automatismo y rapidezLas emociones básicas se activan de manera rápida y automática, sin necesidad de procesamiento cognitivo complejo. Son respuestas adaptativas al entorno, especialmente ante estímulos que representan oportunidades o amenazas para la supervivencia.
Duración breveSe caracterizan por tener una duración limitada en el tiempo. Su función es desencadenar una respuesta inmediata ante una situación particular. No se prolongan indefinidamente, a diferencia de estados emocionales más complejos como los sentimientos o estados de ánimo.
Papel del contextoAunque el contexto puede modular la expresión de la emoción (por ejemplo, intensificarla o inhibirla), no es necesario para que esta se active. La emoción puede emerger sin una evaluación racional o verbal del entorno, y su expresión puede ser espontánea e inconsciente.
Reconocimiento universalLas emociones básicas son fácilmente reconocibles por observadores de diferentes culturas, lo que favorece la comunicación no verbal y la empatía interpersonal. Ekman desarrolló el Facial Action Coding System (FACS) como herramienta para identificar con precisión las microexpresiones faciales asociadas a cada emoción.

Las seis emociones básicas según Ekman

Paul Ekman identificó inicialmente seis emociones básicas, luego extendidas en sus investigaciones, pero estas siguen siendo las más reconocidas y utilizadas como marco de análisis. A continuación, se presentan con sus principales características:

EmociónDescripciónExpresión facial característicaFunción adaptativa
AlegríaSensación placentera de bienestar o logro.Sonrisa, ojos entrecerrados, mejillas elevadas.Fortalece vínculos, motiva la repetición de conductas positivas.
TristezaReacción emocional ante experiencias de pérdida significativa.Cejas caídas, comisuras de labios hacia abajo.Fomenta la introspección, busca apoyo del entorno.
IraActivación ante una injusticia, amenaza o frustración.Cejas fruncidas, ojos abiertos, labios tensos.Defensa, establecimiento de límites.
MiedoRespuesta ante peligro o amenaza real o percibida.Ojos muy abiertos, cejas levantadas, boca tensa.Activación para la huida o preparación ante el peligro.
AscoRechazo ante estímulos nocivos o repulsivos.Nariz fruncida, labios elevados, cejas bajas.Protección ante sustancias o situaciones dañinas.
SorpresaReacción ante lo inesperado, ya sea positivo o negativo.Cejas arqueadas, ojos muy abiertos, boca entreabierta.Preparación para una rápida reacción adaptativa.

Neurociencia y emociones

Lisa Feldman Barrett (2017), desde una perspectiva crítica, sostiene que las emociones no son entidades universales predefinidas, sino construcciones culturales y contextuales. Según su teoría de la emoción construida, lo que identificamos como «emoción» es una interpretación que el cerebro realiza a partir de sensaciones corporales y experiencias previas. Esta visión ha generado debate, aunque no invalida la existencia de ciertas reacciones emocionales comunes, sino que invita a ampliar el marco de comprensión.

Punto de referencia para las actuales investigaciones

Las emociones son un aspecto fundamental de nuestra experiencia humana. Desde el miedo hasta la alegría, las emociones influyen en nuestras decisiones, interacciones y salud.

La teoría de Paul Ekman sobre las emociones básicas representó un avance fundamental en la comprensión del mundo emocional humano. Su enfoque universalista permitió establecer un marco sólido para el estudio de las emociones y sus manifestaciones físicas.

Este modelo sigue siendo un referente clave en la psicología y la neurociencia, sirviendo como base para diversas aplicaciones en la investigación y la práctica profesional.

Más allá del marco teórico, las emociones básicas son una puerta de entrada para conocernos mejor y comprender a quienes nos rodean. Nos recuerdan que, pese a nuestras diferencias, compartimos una biología emocional común que nos vincula y nos humaniza. Aprender a convivir con nuestras emociones —entendiéndolas, expresándolas y gestionándolas— es un acto de sabiduría y compasión hacia nosotros mismos y los demás.


Referencias

  • Barrett, L. F. (2018). La vida secreta del cerebro, Cómo se construyen las emociones. Paidos.
  • Ekman, P., & Friesen, W. V. (1978). Sistema de codificación de acciones faciales: una técnica para la medición del movimiento facial.
  • Ekman, P. (1992). Un argumento a favor de las emociones básicas. Cognition & Emotion, 6(3-4), 169-200.
  • Ekman, P. (1970). Expresiones faciales universales de emoción. Psychological Science, 1(3), 195-199.

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