La resistencia al cambio es una tendencia natural, ya que puede ser percibido como una amenaza para la estabilidad y seguridad de la persona. En este sentido, es una barrera que impide a las personas alcanzar nuevos objetivos y metas en la vida.
Cuando una persona decide cambiar, existe la posibilidad de que en el camino se equivoque o falle, pero el proceso le mostrará nuevos aprendizajes que amplificarán sus recursos para enfrentar las diversas opciones que surjan. En este sentido, la neurociencia ha demostrado que cambiar es sinónimo de aprender, ya que el proceso de cambio genera nuevas conexiones ampliando las redes neuronales existentes.
Cuando el entorno social de una persona cambia desafía su sensación de estabilidad, tensionando a su cerebro y desafiando su estructura mental. Si el cerebro decide que el cambio es amenazante, entonces resistirá o evitará el cambio tanto como sea posible. Por lo tanto, es importante que antes de cambiar, la persona se conozca de forma auténtica para saber si realmente desea movilizar algo de su actual forma de ser.
Desde la perspectiva del coaching, el cambio implica alcanzar una nueva configuración de ideas, ampliar la mirada y experimentar nuevas realidades mediante acciones. Para algunas personas, el cambio es sinónimo de problemas y sufrimiento, mientras que para otros significa un desafío lleno de posibilidades. El coaching se enfoca en enriquecer el modelo mental y aborda los cambios como retos que le dan al cliente la oportunidad de desarrollar y crecer personal y/o profesionalmente, reestructurando así su representación y percepción de la realidad.
Si estás explorando posibilidades para abordar la gestión del cambio personal y profesional, te presento 5 tips que pueden ayudar a orientar tu proceso:
- Crear una visión clara: Ayuda a la persona a visualizar un futuro deseado y posible. Un coach puede ayudar a su cliente a crear una imagen clara y realista de lo que quiere en el futuro, para que sienta motivación a avanzar hacia ese futuro y superar cualquier resistencia.
- Por ejemplo, si una persona quiere cambiar de trabajo, un coach podría utilizar técnicas de visualización para construir un futuro posibles, o preguntas poderosas para definir rutas de acción, preguntar: «¿Cómo te gustaría que fuera tu trabajo ideal? ¿Qué tareas tendrías? ¿Qué ambiente te gustaría?» Esta visión les ayudará a mantenerse con foco y motivación durante el proceso de cambio.
- Acompañamiento emocional: Es habitual que una de las razones por las que las personas resisten al cambio es la emoción del miedo. El coaching puede ayudar a las personas a enfrentar y superar temores a través del acompañamiento emocional y el desarrollo de otras emociones facilitadoras, como el coraje.
- Por ejemplo, un coach podría preguntar: «¿Qué podría pasar si cambias?» Y luego, trabajar con la persona para desarrollar una estrategia de afrontamiento para superar sus miedos.
- Establecer objetivos específicos: Esto puede ayudar a las personas a superar la resistencia al cambio. Un coach puede ayudar a la persona a definir objetivos claros y específicos utilizando métodos ágiles, facilitando así el sentido, dirección y punto de referencia para medir su progreso de cambio.
- Por ejemplo, si una persona quiere comenzar un nuevo régimen de ejercicio, un coach puede ayudarle a establecer objetivos realistas, medibles y específicos utilizando la herramienta SMART para luego definir hitos que midan su progreso.
- Reforzar el cambio: Reforzar el progreso con pequeñas victorias es otra técnica útil para abordar la resistencia al cambio. En este sentido, el coaching puede ayudar a que las personas se sientan motivadas sin perder sus objetivos.
- Por ejemplo, si una persona quiere mejorar la manera en que se comunica con sus pares en el trabajo, el coach puede ayudarle a diseñar conversaciones efectivas para la coordinación de acciones y crear un registro de emociones como ancla para celebrar cada vez que logre un hito relevante en su proceso.
- Crear un plan de acción: Construir un plan de acción concreto y medible en el tiempo puede ayudar a las personas a superar la resistencia al cambio. El coaching puede utilizar técnicas efectivas para desarrollar un plan detallado que incluya características propias de su cliente, objetivos específicos, plazos e indicadores de evaluación.
- Por ejemplo, si una persona quiere mejorar sus habilidades relacionales, el coach puede ayudarle a desarrollar un plan de acción que incluya metas específicas e indicadores de evaluación que midan la efectividad de sus relaciones en el tiempo, y así medir progresivamente sus avances cotidianos.
«La vida es cambio. Si no cambiamos, no crecemos. Si no crecemos, no estamos realmente viviendo». Esta cita, de la periodista y conferencista estadounidense Gail Sheehy, destaca la importancia de estar abiertos al cambio y a las posibilidades que ofrece el presente para poder experimentar una vida plena y significativa. A veces, el cambio puede ser incómodo o incluso doloroso, pero es necesario para evolucionar y alcanzar nuestro verdadero potencial.
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